Emiliano sólo tenia 12 años de edad, soñaba con ser ingeniero y las últimas palabras que le dijo a su mamá fueron “Mami, tengo novia”; en ese momento lo balearon frente a la casa de su abuela en Paraiso, Tabasco.
En un cruel intento de secuestro, cambió el futuro de Emiliano pues fue atacado a balazos por los delincuentes que sin remordimiento por enfrentarse a un niño, le arrebataron su corta vida.
Claudia Nelly, mamá de Emiliano dijo que perdonaba al homicida de su hijo, pero que a Dios le clama Justicia Divina.