Luego de la detención del alcalde de Teuchitlán, Jalisco, José Ascensión Murgía Santiago, de Movimiento Ciudadano, por su presunta vinculación con el Rancho Izaguirre, el predio utilizado por el Cártel Jalisco Nueva Generación como punto de reclutamiento, se dió a conocer que el mismo cobraba al menos 70 mil pesos a la organización criminal.
La Fiscalía General de la República informó que de acuerdo a las primeras investigaciónes, el alcalde hacía este cobro mensual al CJNG por ser pieza clave para la operación de la célula criminal y además, porque sabía que operaba el Rancho en mención.
Los delitos por los que enfrentaría proceso son delincuencia organizada en agravio de la colectividad y desaparición forzada.
También autoridades afirman que el edil sabía, tras realizar varias visitas en 2024, antes de la intervención de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional, en septiembre pasado, que los reclutas del grupo delictivo eran obligados a comer carne humana.
El caso cobró notoriedad en marzo de 2025, cuando colectivos de madres buscadoras descubrieron restos óseos, ropa y rastros de hogueras en la propiedad, calificándola como un centro de exterminio.
Aunque el lugar ya había sido intervenido brevemente en septiembre de 2024 por la Guardia Nacional, no fue investigado a fondo hasta que las madres rastreadoras alertaron del uso criminal.