Un severo derrame de crudo registrado en la Terminal Marítima de Dos Bocas, Tabasco, ha desencadenado una emergencia ambiental con fuertes repercusiones económicas para la zona. El incidente, ocurrido el 4 de mayo, ha impactado al menos 16 kilómetros de litoral, afectando tanto el mar como áreas costeras.
Habitantes y pescadores comenzaron a detectar grandes manchas de hidrocarburo en playas como Playa Sol y Brisas, alertando además sobre la aparición de peces muertos —incluyendo sábalo, jurel y bonito— y daños visibles en lagunas y ríos cercanos. Ante la gravedad del escenario, las autoridades decidieron izar la bandera negra y restringir por completo el acceso a las zonas contaminadas, además de suspender la actividad pesquera como medida de emergencia.
La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) se encuentra investigando el origen del derrame y evaluando las medidas necesarias para mitigar los efectos. Mientras tanto, la comunidad local exige respuestas y acciones contundentes frente a lo que califican como un desastre ecológico sin precedentes.






